viernes, octubre 13, 2006

Cuando tod@s marchan… ¡hay que quedarse!

A veces, en esto de los puentes, hay que hacer lo contrario a lo que dicta la tendencia general seguida por el resto de la gente, y así, cuando tod@s se van de puente, escapando de las grandes ciudades…¡es el momento de quedarse y disfrutar de la ciudad en la que vives!

¡ La ciudad SI es para mí ! (lo contrario de lo que decía Paco Martínez Soria), como también lo son todas las tiendas y los restaurantes, y teatros, y cines, y bares de copas, etc.

Claro, lo complicado del asunto, es saber cuando hay que ir en contra de la tendencia y cuando ir a favor, para disfrutar al máximo y optimizar la utilización de tus recursos.

¡Vaya! ¡¡Ya salió la comercial a darnos la tabarra!! ¡Seguro que ésta trabaja en un banco!

¡Pues no! No trabajo en ningún banco, y me estoy refiriendo (aunque no de forma exclusiva) a cuando ir a favor y marcharse de puente, y a cuando ir en contra y quedarse “en casita”, pero este mismo asunto es aplicable a cosas tan variopintas como podrían ser ciertos ejercicios gimnásticos nocturnos –o generalmente nocturnos- , los cuales a veces son más placenteros cuando los movimientos se hacen yendo a favor de tu morenazo, y otras veces, yendo en su contra ;-) , o incluso a decidir en qué valores del mercado de renta variable debes invertir tus ahorros.

¡¿Pero no decías que no trabajabas en un banco?!

Bueno… venga… supongamos por un momento que aceptemos pulpo como animal de compañía, y, ya puestas a suponer, supongamos nuevamente que una servidora, hace algunos años, y durante una temporada, igual trabajó para una gestora de fondos de inversión (pero que es completamente seguro que ya no trabaja en esos asuntos, y lo que ocurre es que esto es como andar en bicicleta, y que una vez que aprendes, no se te olvida en la vida, razón por la cual, aún recordase algo del tema).

Pues el caso es que hace días, me comentaba una amiga blogera, cosas sobre fondos, que si ella era un desastre para esos temas de inversiones, etc.

Pues siendo todo ese asunto muy arduo y complejo, y siendo lo mejor dejarlo en manos de auténtic@s expert@s, lo cierto es que para medio-gestionar para ti misma tus propias inversiones (suponiendo que no seas, como ésta que suscribe, una gastadora-compradora compulsiva de zapatos, libros, blusas, bolsos, ropa interior y viajes de vacaciones, con lo que no es mucho lo que le queda para ahorrar e invertir), no requieres tener un master en economía, ni un MBA, ni “ná de eso”, para no cometer errores de bulto y sacarle algún beneficio a tus dinerillos (que tanto esfuerzo diario cuesta conseguir).

Cuatro ideas claras, y arreando que es gerundio:

1) Los rendimientos de las inversiones siempre se miden después de impuestos, así que antes que nada, hay darle una ojeada a la normativa fiscal (¡¡¡Toma ya !!!)

2) ¿A qué plazo necesitarás el dinero que ahora inviertes? (horizonte temporal).
No es lo mismo querer recuperar los ahorros en el plazo de un año que a diez años vista.
Eso sí, no cambies de horizonte cada dos por tres. Si dijiste que inviertes a 5 años vista, no hace falta que revises la evolución de tus inversiones un día sí y otro también. Con ver como va aquello de mes en mes o de trimestre en trimestre, te basta y te sobra.

3) ¿Cuál es tu amor-aversión al riesgo? Está claro que sin riesgo no hay beneficio, pero tampoco es cosa de ser una kamikaze, y, sobre todo, sin olvidar nunca que “nadie da duros a cuatro pesetas” (¿o debería decir Euros a 80 céntimos de Euro?), así que no te vengan con milongas de “inversiones sin riesgo” en estampitas, plantaciones de berenjenas, etc, etc, y con una rentabilidad anual del 15 %.

4) No pongas todos los huevos en la misma cesta.
Diversificar, ese es el verbo. Nada de… “o tú, o nadie”, que en otros temas podría (¿podría?) ser aceptable.
Aquí estas hablando de dinero, no de vender en el mercado de esclavos a tus hijos y a tu morenazo (su padre).

Y con todo eso, y por aquello de un aclarase un poco en todo este lío, pongamos un caso práctico: Imaginemos, por decir algo, que eres una treintañera, que tiene un puesto de responsabilidad en una empresa (lo que fija un determinado nivel de ingresos X), y que sin ser una kamikaze, tampoco te asusta asumir un poquito de riesgo en su vida, siempre que esté limitado (vamos, como l@ que practica escalada, pero llevando arnés, cuerdas, casco, etc, etc ) y que quisieras invertir tus ahorrillos a 5 ó 10 años vista.

Pues yo te diría que …¡¡¡ 31 – 69 !!! (por aquello de darle un toque picante al tema), o 30-70 si nos dejamos de tonterías, en cuanto a las proporciones de renta fija y renta variable en que deberías invertir dichos ahorros (y por simplificar el asunto, tanto desde el punto de vista fiscal como de gestión) hacerlo a través de fondos de inversión.

Para acabar, a esa amiga que duda en qué invertir, yo le diría que imprimiese el último número (o el último que pueda conseguir, por aquello de ir haciéndose una idea) del boletín Dinero y Fondos que publica mensualmente Dinero15 (de la OCU -Organización de Consumidores y Usuarios-, es decir, garantía de independencia asegurada), y lo pusiera en el fondo de la maleta, por aquello de leerlo con muuuucha calma, tomándose a continuación unas vacaciones, digamos que… ¡en Cuba!, que le diese recuerdos a Fidel y que disfrutase de los Daiquiris del Floridita y de los morenazos (¡estos sí que sí!) isleños, y que pese a que son “pesaditos como ellos solos”, y que cuando comienzan a hablar y a enrollarse no hay quien los pare, su solo recuerdo, ya me vuelve a despertar la fantasía erótica del “aparcar entre camiones”

(el significado de la expresión: “aparcar entre dos camiones”, se deja a libre albedrío de la imaginación del/a lector/a, qué es lo que puede significar, pero para aquell@s menos imaginativ@s, pensemos, por ejemplo, en un WV Escarabajo –por aquello de un auto redondeadito y coquetón-, y sus movimientos atrás-adelante-atrás-adelante-atrás-etc-etc, topando cada vez con los “parachoques” de los camiones que tiene delante y detrás.

¿Se pilla la idea? ;-)

Para acabar, a esa amiga treintañera del supuesto económico-financiero realizado, le diría que…¡Buen viaje, y que sus seguidoras-lectoras quedaremos aquí, verdes de envidia, esperando sus noticias acerca del citado viaje al Caribe!.

Aaauuuuuhhhhhhh…!!


2 comentarios:

criztina dijo...

wowwwwwwwww (léase con la boca abierta y ojos haciendo juego....).

Mas dejao alucinada.
:-)
tú si que sabes!!!
jajajajaja

La verdad es, que al paso que voy, poco voy a poder invertir, más que en viajes en los que el dinero se esfuma nada más mi pensamiento se pone en marcha hacia ese lejano/cercano lugar.

Muchas gracias por los consejos :-). Creo que lo peor es la "pereza" de perseguir algo que me cuesta entender...bueno, que realmente me cuesta encontrarle el "gustillo".
No creo en hacerme rica invirtiendo, quizá si lo pensara tomaría más interés.

Me contaba un amigo que el contrataba toda la inversión através de BANIF (creo que se llama así...), un grupo inversor que invierte para ti, pero claro... era rentable a partir de los 20 kilitos de las antiguas pesetas... (jajaja, de dónde saco yo esa pasta!!!!!).

En fin, gracias de nuevo.

jejeje, te quedaste entonces de puente conmigo???? jejejej

Lucía dijo...

¡¡Vaya amigos que tienes Crizti!!

Esos "juegan en otra liga", la de la Banca Privada .... Guauuuu

Ya te dice bien, que él delega en ellos para que le lleven sus inversiones, pues ese tipo de banca, se encargan (y muy bien) de gestionar de forma global las inversiones de sus selectos o muy selectos clientes, a los cuales suelen asignarle un fantástico y superprofesional asesor personal, etc., etc.
(obviamente, la forma de "filtrar" clientes para acceder a esos niveles de asesoramiento personal, pues suele ser fijando límites mínimos de XX Kg. de las antiguas pesetas a invertir, y por menos de esos límites, ni te molestes en intentar acceder a los servicios de banca privada. Eso sí, de vez en cuando hay que darle una ojeada a esos límites mínimos, pues hay últimamente una tendencia a ir bajando ligeramente esos umbrales, para ir ganando clientela).

Y esa es la demostración práctica de aquella gran verdad que dijo en cierta ocasión Woody Allen: "Ser rico es mejor que ser pobre, aunque solo sea por cuestiones financieras" :-)

En cuanto a lo otro, lo del puente, ¡pues aquí estuvimos mi morenazo y yo, disfrutando de la ciudad, sus restaurantes, sus cines y sus bares de copas, mientras que el mogollón estaba por ahí, metid@s en la carretera, soportando atascos diversos de salida, de retorno, etc !
¡Que a gustito que se está en las grandes ciudades en esas circunstancias!

Ah... ¡que vaya muy bien ese viaje a Cuba, y que disfrutes un montón!
;-)