lunes, marzo 19, 2007

Cosas veredes, amigo Sancho...

... que diría Don Quijote.

Los días que puedo, vuelvo a casa en autobús (en mi caso, volver en Metro, me supone llegar en media hora, mientras que en autobús, como he de hacer transbordo, empleo casi doble).

En cualquier caso, cuando no tengo prisa, prefiero el autobús, pues me permite disfrutar de la ciudad, de sus calles, los comercios, la gente y esas cosas que se ven allí, y que obviamente, no se ven viajando en Metro.

Pues bien, entre las cosas que esta tarde he visto desde la ventanilla del autobús que me llevaba, hay dos que me han llamado especialmente la atención:

1-La bonita propaganda de la empresa Cubihielos, vista en una furgoneta de reparto.


No me considero una mojigata, y mas teniendo en cuenta que ya no sé cuantas partidas he jugado con mi chico de Monopoly v.Monte de Piedad (nuestra versión del Strip Poker pero en el Monopoly), pero en cualquier caso, vamos a ver: ¿alguien me puede explicar, a cuento de qué hay que poner a una mujer en pelotas para anunciar cubitos de hielo?

Por esa misma regla de tres, y si yo fuese una vengativa creativa (creo que se les llama así a los que trabajan haciendo anuncios dentro del mundo de la publicidad) y pagase con la misma moneda, ya os podéis imaginar que para anunciar, por ejemplo, un nuevo modelo de autómovil, pondría una fotografía frontal de un hombre con la bolas colgando, por decirlo claro.

¡Menos mal que ni soy una creativa, ni soy vengativa!


2-La extraña ¿motocicleta? Piaggio de tres ruedas.
Al verla me he preguntado a mi misma: ¿A dónde fue "El placer del equilibrio dinámico" con el que el Sr. Bultó definió perfectamente la maravillosa sensación que sentimos al ir en moto?
(y que conste que no me considero una motera, pese a tener una vieja Vespa de ¿tercera? mano, que hace meses que utilizamos únicamente para movernos por Barcelona los fines de semana, y siempre y cuando no llueva).

¡Menos mal, que llegué a casita!



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