miércoles, agosto 09, 2006

La vieja Polaroid

Hemos comenzado a preparar las maletas para las vacaciones.

En previsión posibles líos de maletas y de aeropuertos, tales como los que últimamente se están produciendo, además de repartir la ropa de los dos entre nuestras dos maletas, pensaba llevar una bolsa de mano con lo imprescindible para 3 ó 4 días, por si acaso ocurriese un lío-desastre con nuestras dos maletas (algo no tan improbable, visto lo visto), y que mientras que nosotros llegamos a Río de Janeiro, ellas, o acaban en Singapore, o se quedan, en el aeropuerto del Prat (Barcelona), esperándonos hasta nuestra vuelta.

Rebuscando entre esas cosas que quedan al fondo del altillo, había una bolsa de viaje que hacía años que no usaba.
La he sacado, y al abrirla, he encontrado varias cosas, y entre ellas... ¡mi vieja cámara Polaroid!

¡Cuantos recuerdos de aquel viaje de vacaciones que hice a la Riviera Maya (México) en el año 2001, con el que entonces era mi novio!

La cámara me la regalaron unas amigas, para que le hiciese a él, fotos "en bolas", y que, a la vuelta del viaje, se las enseñase a ellas, cosa que, por cierto, hice, en parte para darles envidia, porque... ¡mira que el tío estaba cachas! , y en parte porque estaba "picada" con M.... -oh, oh, se dice el pecado, no la pecadora-

Recuerdo la sorpresa que él se llevó cuando, la primera noche, y estando ambos desnuditos, saqué la cámara y lo fotografié "tal cual".

Luego, él también me fotografió a mí, y así estuvimos durante aquella semana. Cada día... ¡nuestra sesión de fotos X!, hasta que completamos los dos mini-rollos de película que llevaba con la cámara
(las fotos eran minúsculas. De unos 25 x 35 mm.)

A los pocos días de regresar de aquellas vacaciones, me ofrecieron un trabajo en Barcelona (España) para unos meses.
Como la situación económica (y laboral) en Argentina se estaba deteriorando mucho, acepté el trabajo, pensando que en unos meses estaría de vuelta, con unos cuantos dólares-pesos en mi cuenta corriente.
Desgraciadamente, aquel mes de Diciembre del 2001, en Argentina se decretó "el corralito", por lo cual aplazé mi retorno hasta que se acalarase un poco la situación.
Mientras, acá conseguí otro empleo, del que luego pasé a otro, y luego a otro, y hasta ahora, con lo que los meses se han convertido en años.

Para hacer mas llevadera la separación (que pensábamos sería de meses), él se quedó con alguna de "mis fotos de Eva", y yo con algunas de las suyas de Adán, las cuales guardo entre las páginas de un viejo libro-diario (el libro que leí en aquellas vacaciones, en los márgenes del cual anoté mis ideas y vivencias).

Me consta que, hace unos 4 años , él marchó a Italia (donde tenía familia), y perdí definitivamente el contacto, pero supongo que seguirá por allá.

En cualquier caso, y volviendo al tema de "las fotografías privadas", aquello de la Polaroid, me abrió un mundo, y fue el comienzo de algo, que luego he ido repitiendo, pues al poco tiempo ví las posibilidades que, para ese tema, tenían las cámaras digitales, las cuales justo por entonces comenzaban a popularizarse entre el gran público.
El detonante final de este asunto, han sido las impresoras de calidad fotográfica, para consumo doméstico y los "marcos de fotografías digitales".
Y de esta forma, todos mis novios, algún "amigo con derecho a roce", e incluso, alguna amiga, acá en Barcelona, que conoce mis dotes artísticas con la cámara, y que quería hacerle un regalo especial a su respectivo (el regalo consistió en uno de esos marcos de fotografías digitales con la secuencia fotográfica de su striptease) , han posado "tal cual", frente a mis cámaras digitales.

¡Ah! Tampoco pensemos que he tenido tantos novietes y amantes como Valerie Tasso ... estamos hablando, en 5 años, de un amigo con derecho a roce y de dos novios, contando el actual.

Si algún día, dentro de muchos, muchos años, y siendo ya una respetable ancianita, escribo mis memorias... allí desfilarán ellos, para disfrute de las próximas generaciones de chicas (y quizás ella y yo misma, por aquello de no discriminar a los chicos)

¡Os lo prometo por mi camiseta de Mickey Mouse!

Por cierto, que a la vuelta de vacaciones tengo que hacerles, a mi amiga y su novio, y, en breve, marido, un álbum de bodas X.
Se casan este próximo mes de septiembre, y quieren, además del típico álbum-reportaje oficial, con el traje y vestido de boda, que les hará el fotógrafo contratado para la ceremonia, otro álbum "extraoficial", en el posarán "sin nada", en su piso, casi vacío.
La idea la sacó de mí, una tarde que vino a casa, y en el marco de fotos digitales que tengo en el comedor, puse una de las tarjetas de memoria con fotos X de mi novio y yo.
¡Le encantó! (la idea, quiero decir)

Como ellos también tienen uno de esos marcos, piensa en tener una "memoria especial" para almacenar esas fotos, mas las que , dentro de unos -pocos- años, les repita, cuando esten esperando su primer hijo.
Vamos, que será una especie de "Notario del paso del tiempo" de ellos como pareja.

Lo cierto es que, también a mí, me parece muy buena idea.

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