jueves, abril 12, 2007

Publicidad y mensajes subliminales

¿Soy yo que estoy espesa, o el anuncio del SEAT León no hay quien lo entienda?

¿Qué clase de mensaje es el que nos pretende dar el Sr. Cortázar, cuando habla arrastrando las erres como quien arrastra un peso que a duras penas puede mover, nos lee un fragmento de su Preambulo a las instrucciones para dar cuerda a un reloj” (aggastando las egges como quien aggasta un peso, que a duggas penas puede movegg, según su peculiagg manegga de hablagg)?

¿Qué si te compras ese automóvil, el SEAT León, vas a tener que cuidar de él como si fuese un gatito? Porque los leones no requieren tanta tontería. Tu única preocupación, si tuvieses uno en casa, es que no se te coma a modo de apertitivo.

(por cierto, no es que yo sea tan experta en literatura Latinoamericana que sepa a qué pertenece ese fragmento leído por el Sr. Cortázar, es que ayer leí en El Periódico un artículo en el que Olga Merino lo decía)

Lo dicho, que no sé cual es el mensaje subliminal que SEAT trata de darnos con ese anuncio de un coche, el cual, por cierto, me encanta. Una preciosidad el SEAT León, pese al anuncio de marras.

¡Que diferencia con este otro anuncio que vímos esta pasada Semana Santa, en un área de servicio de la autopista!

Aún a riesgo de que algun@ diga: ¡Ya está la Lucía con sus pensamientos eróticos!, creo que en este caso el mensaje está muy claro, y más teniendo en cuenta que ella no lleva ropa: PLACER SEXUAL EN TU BOCA Y EN TUS MANOS.

No hace falta que diga, que me comí uno.

Un helado, quiero decir

;-)